Comenzar con un proyecto empresarial no es fácil, especialmente a la hora de conseguir los recursos financieros.
Como su propio nombre indica, estos ángeles de los negocios prestan un apoyo fundamental en el arranque de un proyecto que creen que es prometedor. En esta fase, no existe un historial crediticio o de facturación que avale a la nueva empresa a la hora de solicitar financiación.
Por eso, en este momento trascendental y arriesgado, la figura del business angel es tan relevante. Es un inversor privado que aporta dos aspectos fundamentales a un emprendedor o startup: capital y experiencia.
Qué son los business angels
No está del todo claro dónde y cómo surge el concepto business angel. Parece que ya se conocía como angels a los inversores que arriesgaban su dinero en financiar nuevas obras de teatro en Broadway (Nueva York) y que de aquí dio el salto al mundo empresarial.
Lo que sí queda claro es lo que son los business angels hoy en día: personas físicas con capacidad de inversión que ayudan al lanzamiento y desarrollo de proyectos empresariales en sus primeras etapas de vida. Están avalados por su potencial de conseguir beneficios en el futuro aportando, aparte de capital, sus conocimientos.
Podemos hablar de una doble vertiente ventajosa que tienen los business angels para una startup:
- Primero, aportar fondos a través de capital. La ventaja para la empresa es clara, ya que estos fondos no tienen un coste financiero (como sí lo tiene un préstamo). Además, en caso de disolución -cierre- del negocio es lo último exigible (que hay que devolver). Por último, mejorando su estructura de capital es más sencillo conseguir otro tipo de inversión.
- El segundo beneficio es que el business angel aporta experiencia. Su perfil es profesional, generalmente con años de trabajo en el sector en el que invierte. Este conocimiento ayuda al propio crecimiento de la empresa por la que apuesta.
Al buscar un beneficio para su inversión y dotarle de conocimiento, esta doble implicación de los business angels en la empresa se plasma en acelerar el crecimiento y desarrollo del proyecto y en crear valor añadido.
Cómo funcionan los business angels
El funcionamiento en la búsqueda de este tipo de inversor es simple. Lo normal es que sea la nueva empresa la que trate de localizar al business angel, profesional que suele agruparse en redes que informan sobre su existencia. También, en muchas ocasiones, ocurre lo contrario y es el propio inversor el que se acerca a la compañía tras conocer su proyecto.
Sea cual sea esta forma de contacto, el siguiente paso es el mismo. El business angel estudia el proyecto y, si le convence, presenta una oferta a los dueños de la startup.
Son dos los instrumentos básicos en los que se canaliza esta inversión:
- El primero es directamente en el capital de la empresa, convirtiéndose en accionistas.
- El segundo a través de un préstamo participativo, normalmente de bajo interés, que pasa a ser capital de la empresa.
Por último, no podemos olvidar que los business angels quieren ganar dinero con su inversión para poder entrar en otros proyectos. Por ello, su objetivo suele ser vender estas participaciones en el medio plazo a un precio superior al de su inversión inicial.
Para evitar que tras esta desinversión otras personas o empresas tengan un porcentaje elevado de la compañía que condicione su administración y estrategia, los emprendedores suelen firmar con el business angel un pacto de socios. Este suele establecer puntos clave como el plazo de tiempo que permanecerá en la empresa y algún tipo de cláusula de recompra por el que los inversores iniciales tienen prioridad a la hora de adquirir la participación que venda el business angel.
Ventajas y desventajas del business angel
Concretemos las ventajas que aportan los business angels para quien empieza un negocio:
- Como hemos señalado, facilitan la financiación a empresas con escasos recursos y solvencia limitada y no contrastada. Todo ello con un coste financiero muy bajo, puesto que los business angels no suelen buscar y exigir rentabilidades muy elevadas.
- Además, esta inversión es más estable, sus plazos son largos y lo normal es que se mantengan en el capital durante al menos los cuatro o cinco primeros años de la empresa.
Pero también hay que considerar que hay puntos no tan favorables: la principal desventaja es que la cuantía de la inversión no suele ser muy elevada. Por lo general, son capitales que se mueven entre 25.000 y 100.000 . Este hecho suele conllevar que sea necesario combinar, a medio plazo, con otras fuentes de financiación.
Estas cuantías vienen muy determinadas por las deducciones a las que tienen derecho estos inversores. En concreto, en España se beneficia de una deducción del 20% en la cuota estatal de su declaración de la renta con un importe anual máximo de 50.000 . Algunas comunidades autónomas amplían este beneficio fiscal en su tramo del IRPF.
¿Son lo mismo los business angels que la inversión de capital riesgo?
Business angels y las empresas de capital riesgo tienen muchos puntos en común: ambos son formas de inversión temporal en empresas en su fase inicial y buscan obtener una rentabilidad.
Pero sus diferencias son también notables, empezando por la estructura de quien invierte. Un business angel es una persona física, mientras que la inversión de capital riesgo se canaliza en sociedades, algunas de un tamaño considerable.
También es muy diferente la cuantía de la inversión, siendo mucho más importante la de las empresas de capital riesgo.
Esto tiene su efecto también en la fase en la que está la empresa en la que se invierte. Los business angels suelen hacerlo en pequeñas startups en su fase de arranque, mientras que el capital riesgo apuesta en proyectos más maduros que quieren dar un salto importante en crecimiento.
(Fuente: Hablemos de empresas)