LA PSD2 (PAYMENT SERVICE DIRECTIVE 2) REGULA UNA OPERATIVA DE SERVICIOS DE PAGO ENFOCADA a reforzar la seguridad del uso de sistemas de pago a través de internet y reforzar la protección del usuario contra fraudes y abusos derivados de los agentes que van implantándose en el mercado.
Las entidades bancarias y cualquier proveedor de servicios de pago deben incorporar nuevas medidas para incrementar la seguridad en los pagos con tarjeta. En primer lugar, cuando llegue el momento de pago del producto elegido, algunas webs ya no nos derivarán a una plataforma de pago donde introduciremos los datos de nuestra tarjeta, sino que vamos a pagar en la misma tienda en la que hemos seleccionado el producto. En segundo lugar, a partir de ahora, será totalmente imprescindible tener móvil para pagar por internet. Antes introducíamos nuestros datos de tarjeta y el código que nos llegaba a través de SMS o bien, el número de tarjeta de coordenadas.
Ahora el proceso será más sencillo y rápido, ya que bastará con nuestra identificación por DNI o vía móvil y la posterior confirmación a través de un código SMS, o bien, aceptando una notificación recibida en la App del banco o a través de reconocimiento de huella o iris. El banco autorizará a terceros de confianza el uso de los datos para ejecutar el pago a través de la cuenta bancaria del cliente, siempre que este último previamente haya autorizado a que se compartan sus datos bancarios.
La normativa europea exceptúa la autenticación reforzada en aquellas operaciones de pago electrónico que no superen los 50 euros o que el importe acumulado de estas operaciones desde la última autenticación reforzada no exceda de 150 euros o de cinco operaciones. Asimismo, se establece que las reclamaciones a los bancos por pagos se tienen que resolver en un plazo de 15 días.
Las entidades bancarias deben disponer de un protocolo informático o especificación sobre cómo el software se comunica con otro software, que sirva de enlace entre los clientes y los comerciantes sin necesidad de tener ningún objeto físico o tarjeta.
Esta medida comporta importantes cambios informáticos y tecnológicos para los bancos y comercios. El Banco de España es consciente de ello, por lo que se ha mostrado flexible y aumentará el plazo para que los operadores se adapten a las novedades y exigencias requeridas.
Fuente: Directivos y Empresas.com